En su lecho de muerte, el padre de Jason le pide a su hijo un último deseo: ser enterrado en su pueblo natal al lado de su esposa. Aunque sólo tiene un vago recuerdo del lugar de cuando era niño, Jason decide cumplir las última voluntad de su padre. Una vez allí descubre que todas las tumbas del cementerio llevan inscrito el mismo día y el mismo mes de diferentes años, como si todos los sepultados hubieran padecido aquel fatídico día.