Viendo en él un enemigo potencial, el paranoico Shogun ordena a sus ninjas ejecutar a su verdugo y mejor samurai. Estos sólo consiguen matar a su esposa. El samurai jura vengarse y, conocido desde entonces como Lobo solitario, recorre el Japón con su hijo pequeño y su carrito lleno de armas, trabajando como mercenario y acosado en todo momento por los ninjas del Shogun.