Asier y el actor y director vasco Aitor Merino crecieron juntos en las calles del País Vasco. Fueron juntos a la ikastola, y se hicieron grandes amigos. Años después, Aitor se trasladó a vivir a Madrid. En el año 2002, Asier se integró en ETA. Su antiguo amigo se preguntó: "¿Cómo hacer entender a mis amigos de Madrid qué pudo llevarle a tomar una decisión que a mí mismo me costaba asimilar? En cuanto Asier salió de prisión, tomé una cámara con el objetivo de hacer una película en la que trataría de responder a esa pregunta, y de paso, por qué no, acercar posturas. Sin embargo, mi plan no resultaría tan sencillo como yo esperaba."