Durante el asedio de las tropas francesas de Napoleón a la ciudad de Zaragoza, Agustina, joven prometida a punto de contraer matrimonio, se ve complicada en un asunto secreto del Estado. Encendida de patriotismos, decidida y valiente, se pone al frente de los aragoneses, a los que estimula y anima con su valor y su patriotismo. Agustina rompe con su prometido al enterarse de que se ha vendido a los franceses y se enamora de un bravo baturro llamado Juan. Animados por Agustina, figura inmortal en la historia de España, los aragoneses logran arrojar a los franceses de su territorio y obtener la victoria para ellos y para su patria.