La tumba de Gengis-Kan es descubierta en el desierto de Gobi, lo cual suscita el interés de todos los arquéologos del globo. También acapara la atención de Fu Manchú, quien estima que poseyendo la máscara y la espada del mítico guerrero se granjeará la unión de los pueblos de Oriente y de esa manera conquistará el mundo. El descubridor de la tumba es secuestrado por los dakoits del maligno doctor en un museo, y la hija de aquél, el prometido de ésta y Sir Nayland Smith se harán cargo del tesoro de Gengis-Kan. El futuro yerno del arqueólogo se presenta ante Fu Manchú con una imitación de las reliquias, con el fin de liberar al secuestrado, pero la falsificación es descubierta y el joven caerá también en garras del maligno oriental.